/B R E E Z E/

Me quedo aquí, en este instante. Miro al cielo que por un segundo está a oscuras hasta que saltan las chispas de los focos. 
Izquierda. 
Derecha. 
Manos en el aire con minis de cerveza.
Cerrar los ojos y sonreír para guardar este momento como si no lo fuera a volver a vivir. Es entonces cuando una voz conocida le susurra al micrófono que nos se nos oye, y mi garganta y las de los otros miles se sincronizan para demostrar que aquí estamos. 
Una banda.
Unos cuantos focos.
Un escenario.
Busco la mirada cómplice de alguien especial y saltamos, gritamos y vibramos con todas y cada una de las palabras y melodías que estallan por los altavoces. 

Vivamos el momento,
muramos en el intento.

Y en cada silencio una brisa de aire que trae residuos de tabaco y marihuana, una bocanada de aire que hay que coger porque llega otra canción, y luego otra, y otra... 
Sabemos que nos quedaremos sin voz por regalarla al arte y a la noche y ¿qué pasa? 

/H A T E/

Odio como hablas porque tu voz se convierte en música.
Odio como me miras porque no te descifro.
Odio como andas cuando yo no te acompaño.

Odio como sostienes la copa de alcohol, por el culo.
Odio tu forma de bailar.
Odio como me haces reir, porque se me saltan las lágrimas de placer.

Odio que vayamos despacio.
Odio que vayamos deprisa.
Odio el hecho de no ir siquiera.

Odio lo poco que te conozco y lo mucho que sabes de mi.
Odio que juegues con ventaja.
Odio jugar con otras a la vez.

Odio odiarte.
Odio no saber qué pasará mañana.
Odio saber lo que pasó ayer. 

...